Blogia
Castillos en el aire

De riñas y agencias matrimoniales

Ayer quise escribir esto, pero hubo "problemas técnicos":

No sabéis lo orgullosa que estoy de mi misma cuando hago cosas que no me apetece pero que tengo que hacer.
Hoy me han despertado he despertado con un sueño increíble, por lo que he pensado en dejar para mañana lo que tenia que hacer, pero al final entre gritos y algún que otro cagamento fui capaz de levantarme.
La verdad es que me he pasado toda la mañana completamente asfixiada buscando el departamento de los Servicios Sociales que estaba buscando, y una vez que lo encontré todavía tuve que esperar un buen rato para que me atendieran. Me hacía gracia, era como que estaba haciendo algo importante allí, como asuntos de trabajo (empiezo a alucinar).
Nada, hice lo que tenía que hacer y volví.

Y hoy el mundo estaba muy raro.

Nada mas salir me encuentro con una mujer de acento catalán que estaba echándole una bronca impresionante a una chica más joven, que por lo que pude deducir y por el tema de la bronca era la encargada de la limpieza del portal.
- ¿¿Y esto de aquí qué??¿¿Cuánto hace que no limpias aquí??Porque esto ya lleva tiempo eh!!
- Pero si por ahí paso la fregona...
- ¡¡Como que la fregona!!¡La fregona se pasa por el suelo! Esto no es el suelo,¡¡aquí hay que frotar!!
- Mira perdona, pero lo primero es que...¡yo limpio como tengo que limpiar!
- ¡Pues lo estás haciendo bien!¡¡¡Te lo tengo que decir porque es que te estas riendo de todos nosotros a la cara!!!

Etcétera. Debieron de notar mi cara de asombro y curiosidad porque en seguida se metieron al portal, aunque cuando yo ya estaba lejos volvieron a salir para discutir una vez más por donde había que pasar la fregona.

Al rato lo siguiente que escucho es una señora que le iba resolviendo la vida a una chica sollozante:

- Tú hazlo por tus padres... ¡y por tus hermanas!... ¡¡y por tus amigos que te quieren!!, ¡él que diga lo que quiera! ¡Eso no es querer! ¡¡¡No te quiere!!!

Y más adelante dos mujeres más:
- ¿Entonces como fue?
- Ah calla, pero es que tu no sabes la última. ¡Que me parece que si se casa lo pierde todo! ¡Vamos es que yo soy ella y no me caso ni de broma!
- ¡Ay no me digas! Yo tampoco me casaría.

Pueden parecer cosas insignificantes pero es que todos hablaban con una especie de tonillo extraño que me hacía darme la vuelta cada vez que me cruzaba con alguno de ellos. Que cosas...

0 comentarios